Esta semana se celebra San Valentín y muchos de vosotros y vosotras recibiréis infinidad de mensajes en el móvil. No tendría por qué haber nada de malo en el uso de la mensajería instantánea, siempre que no sea compulsivo, lo cierto es que puede suponer una fuente más de acoso, cuando se mantienen relaciones “tormentosas” o poco sanas, en las que el maltrato psicológico tiene lugar. Al margen de su brevedad, los mensajes cortos tienen la capacidad de afectar por igual que un mensaje dicho a la cara. O incluso más, puesto que el lenguaje escrito, a pesar de los emoticonos, prescinde de la información del lenguaje no verbal y de todos sus matices, que en la comunicación cara a cara cobran mayor importancia que el mensaje expresado verbalmente.
Los alumnos y alumnas de 3º de Diversificación junto a su tutora, Cristina Ramírez, han recogido en un mural un tipo de mensajes que producen sentimiento de miedo, humillación y dominio: “No contestas a mis mensajes, ¿qué haces?”; “Te vas a enterar como te vea con ése”, “De mí tú no te ríes”; “Te vas a enterar como te vea con ése”, “De mí tú no te ríes"¿Conectada a estas horas? Si no es conmigo con kien"; "Lo has leído y no contestas" “Perdona, es que te quiero demasiado” Este tipo de mensajes no es amor, por favor, identifícalo y denuncia.
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